Filmmaking: cómo hacer películas y series
Identificadores
URI: http://hdl.handle.net/20.500.12020/954ISBN: 978-84-95891-98-3
ISBN: 978-84-95891-99-0
Fecha
2021-11-25Tipo de documento
bookÁrea/s de conocimiento
Ciencias de la ComunicaciónResumen
Querido lector, ¡no leas este libro!
Lejos de ser una provocación, esta primera frase es un consejo, pues este libro no está
escrito para leerse sino para aprehenderse, masticarse, subrayarse, visualizarse y, en
definitiva, estrujarse en aras de extraer toda la sabia savia que atesora.
Cuando en el 2011 la UCJC apostó por el lanzamiento del grado universitario en cine
estaba haciendo historia: los estudios de cine iban a constituirse como área académica
dando estatus de arte a lo que se venía estudiando como un oficio. Poco imaginaban
sus padres fundadores (Piluca, Emeterio o Salvador Yagüe) que, 10 años
después, la transformación de la industria iba a retorcerlo hasta convertirlo en un
grado en cine y ficción audiovisual. Porque si algo tiene la industria del cine es su
capacidad de adaptación a los nuevos mundos y su permeabilidad a los avances técnicos
y tecnológicos.
En los días de pandemia, la gran pantalla dio el salto definitivo a la pequeña, y las salas
de cine antes tan presentes fueron sustituidas por las plataformas, tan lejanas. De
esa paradoja también se hace eco este libro que, como el grado, ya fue premonitorio
de este salto de lo mayor a lo menor, pero no por eso menos arte. Las modas siempre
han gustado de hablar de un arte grande y un arte chico, pero el tiempo acaba poniendo
al arte donde corresponde, lo chico también es arte y ya está.
La complejidad del arte de hacer películas (y series) no podía transmitirla solo un autor.
El libro es fiel reflejo del caleidoscopio que supone el mundo del cine y la ficción
audiovisual por el grado de especialización que requiere cada una de las partes del
proceso. Así, este libro puede leerse en cualquier orden y puede volverse a cualquiera
de sus capítulos en cualquier momento. Otro aviso a navegantes: todos los que
lo escriben tienen un olfato fino para desentrañar vocaciones ocultas y su nivel de
exigencia es temible porque para todos los que aman el cine y disfrutan enseñándolo
el enemigo del buen cine no es el malo sino el mediocre. Aunque esto no debe desanimar
a estudiantes de cine que quieran quedarse a vivir en él (es un libro acogedor
a pesar de todo).
Alguien dijo alguna vez que Dios nos dio la imaginación para no pensar en la muerte.
Tengo una película, no la preferida sino a la que recurro cuando necesito remontar el
día, ni siquiera tengo que volver a verla, es suficiente recordarla: ahí está Guido en el barracón traduciendo las órdenes de los alemanes y haciendo creer a su hijo que los
han llevado allí para jugar, y que, si llora, pide comida o llama a su mamá perderá puntos…
¡Cuántas veces el cine nos ha salvado el día!
Allá tú lector, si sólo pretendes leer el libro.
Eva García Montero
Decana de la Facultad de Comunicación y Humanidades de la UCJC