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dc.contributor.authorArgumosa Pila, Jesús
dc.contributor.authorCalduch Cervera, Rafael
dc.contributor.authorFuente Cobo, Ignacio
dc.contributor.authorDelage Carretero, Fernando
dc.date.accessioned2018-04-30T13:42:19Z
dc.date.available2018-04-30T13:42:19Z
dc.date.issued2011-03
dc.identifier.issn978-84-9781-649-6
dc.identifier.urihttp://hdl.handle.net/20.500.12020/671
dc.description.abstractEl pasado 15 de abril, ha tenido lugar en Brasilia, la II Cumbre entre los países Brasil, Rusia, India y China (BRIC). La I Cumbre se celebró, el 16 de junio de 2009, en la ciudad de Ekaterimburgo (Rusia) y la III Cumbre se hará en China. El término BRIC fue acuñado por el economista Jim O’Neill de Golmand Suchs, en el año 2001, refiriéndose a las cuatro economías emergentes mencionadas. Junto al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, como anfitrión, estuvieron también el presidente chino Hu Jintao, el presidente ruso, Dimitri Medvédev, y el primer ministro indio, Manmohan Singh. Estos cuatro países tienen en común una gran población –Rusia y Brasil, más de 140 millones de habitantes, China e India, por encima de los 1.100 millones–, un enorme territorio –que les proporciona dimensiones estratégicas continentales– junto a una gran cantidad de recursos. En concreto, conforman el 42% de la población del mundo, el 15% del Producto Interior Bruto (PIB) global y el 12,8% del volumen comercial planetario. Como hicieron en el año 2009 –con la excepción de Rusia–, sus economías crecerán este año a tasas superiores a los países de la Organización para la Cooperación y Desarrollo en Europa (OCDE). Desde el año 2003 están generando el 65% del crecimiento global y disponen de cuantiosas reservas en dólares que suponen el 40% de las reservas totales de las divisas mundiales. Todos los rincones del mundo se verán impactados por este auge: Asia, América Latina e incluso África. La irrupción de los países BRIC en el continente negro, en la primera década del siglo XXI, ha supuesto un cambio fundamental y ha reactivado el interés, hasta ahora adormecido, de los países de la OCDE, por el mismo. China, India y Brasil se han convertido en el segundo, sexto y décimo socio comercial del continente, respectivamente. Los intercambios comerciales entre los BRIC y África pasaron de unos 22.000 millones de dólares en el año 2000 a 166.000 millones en 2008, ya las estimaciones para el año 2009 apuntan hacia un nuevo récord1. Algunos rasgos iniciales del posible bloque económico que pueden formar los países BRIC se sustentan en que China e India serán los grandes proveedores mundiales de tecnología y servicios. En el otro lado, Brasil ocupará una posición de liderazgo en biodiversidad, mineral de hierro, etanol y alimentos mientras que Rusia lo hará en industria de armamento y como proveedor de petróleo y gas natural. Es verdad que las cuatro naciones tienen unas características de desarrollo económico muy diferentes, por lo que pueden complementarse las unas a las otras en terrenos tales como las finanzas, la energía, los servicios, la tecnología, la agricultura, la protección medioambiental y la seguridad alimentaria, así como en las negociaciones multilaterales de comercio en el marco de la Organización Mundial del Comercio. Pero también es cierto que aún existen diferencias importantes no fáciles de solucionar. Con independencia de la indiferencia de Rusia y China hacia los derechos humanos y la democracia, India y China favorecen el proteccionismo agrícola mientras que Rusia y Brasil están en contra. Asimismo, si China e India tienen gran cantidad de poblaciones empobrecidas, la población de Rusia está disminuyendo de forma alarmante. Los países BRIC tienen un enorme potencial pero, al mismo tiempo, un gran desafío, ya que deben promover políticas sociales y políticas de desarrollo económico para consolidar su crecimiento a largo plazo. El hecho de que los cuatro países hayan contribuido con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para reducir los efectos de la crisis es una muestra del cambio político y económico que están sufriendo. Entre los temas que han estado en la agenda de la II Cumbre del Grupo, destacan la crisis económica mundial, la reforma de la Organización de Naciones Unidas, un nuevo enfoque del comercio mundial, la búsqueda de una moneda alternativa al dólar como moneda de referencia en el comercio internacional o reglas más transparentes y cambios en las instituciones financieras internacionales, con vistas a dar mayor voz a los países emergentes. La lucha contra el calentamiento global y la posición de cada país en el tema nuclear, incluido el contencioso iraní, también han sido puestas sobre la mesa en este encuentro. De estas iniciativas, una de las más polémicas que se discuten actualmente en ese foro es la posibilidad de que los Gobiernos de Brasil, Rusia, India y China lleguen a un acuerdo para utilizar sus propias monedas en su intercambio comercial –de hecho, ya lo están haciendo Brasil y China– a fin de abandonar progresivamente el uso del dólar como moneda de referencia. Ya en la I Cumbre BRIC, se terminó con una declaración reclamando: «Un sistema de divisas estable, predecible y más diversificado.» Según el Grupo, los países integrantes del BRIC pueden coordinar aquellas de sus posturas que son más cercanas para hacerlas valer en el ámbito financiero internacional. Para ellos, el área financiera es uno de los principales campos de actuación del Grupo. Sin duda, esta reunión consolida un cambio importante en un mundo en el que la configuración internacional del poder se está transformando fuertemente. En Brasilia, los países BRIC pidieron un nuevo orden mundial, más justo y democrático, y condenaron de forma tajante el terrorismo en todas sus formas. Se han propuesto intensificar el comercio entre sus miembros, que el año pasado llegó a los 57.000 millones de dólares, promover un fuerte crecimiento de la economía mundial así como proteger a sus monedas de los especuladores. Aunque los países BRIC manifiestan que no tienen como objetivo crear antagonismo con otros grupos, sino consolidar un foro de coordinación e intercambio de ideas entre cuatro países que: «No han tenido el espacio adecuado para transmitir sus propuestas y posturas.» No parece un buen síntoma, inicialmente, dejar a las otras tres grandes potencias fuera del Grupo puesto que se corre el riesgo de volver a la política de «ejes» de la primera mitad del pasado siglo XX, de tan tristes recuerdos.es
dc.language.isoeses
dc.publisherCentro superior de estudios de la defensa nacional. Ministerio de defensaes
dc.rightsAttribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 Internacional*
dc.rights.urihttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/*
dc.titleBrasil, Rusia, India y China (BRIC):una realidad Geopolítica singulares
dc.typebookes
dc.page.initial1es
dc.page.final112es
dc.rights.accessRightsopenAccesses
dc.subject.areaCiencias de la Comunicaciónes
dc.subject.areaCiencias Económicas y Empresarialeses
dc.subject.areaCiencias Sociales, Políticas y del Comportamientoes
dc.subject.areaDerecho y Jurisprudenciaes
dc.subject.keywordBrasiles
dc.subject.keywordRusiaes
dc.subject.keywordIndiaes
dc.subject.keywordChinaes
dc.subject.keywordBRICes
dc.subject.keywordPolíticaes
dc.subject.keywordGeopolíticaes
dc.subject.keywordPotencias emergenteses
dc.subject.keywordViejas potenciases
dc.subject.keywordDatos económicoses
dc.subject.keywordDatos socialeses
dc.subject.unesco5310.05 Política Económica Internacionales
dc.subject.unesco5310 Economía Internacionales
dc.subject.unesco5906 Sociología Políticaes


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